El la miró y sintió, tal vez por vez primera, aquello que llamaban “amor a primera vista”. Ella no se percató que estaba siendo observada con detenimiento y si dirigió su vista en algún momento, fue casualidad. Ella siempre sonreía, sabía exactamente cómo hacerlo. Otros miles de ilusos habían caído en sus encantos, su historial era largo y diverso. Sin embargo nunca dejó de mostrar sus encantos, aún gris se miraba espléndida. Aún cuando atravesaba profundas crisis o temporales gélidos siempre conquistó.
El no podía dejar de sentir inmensa atracción, hasta “enamoramiento” según él… Y ella aunque siempre sonreía, era plenamente indiferente. Le daba exactamente lo mismo si él la quería, la deseaba, o nada más le sonreía. Su presencia era apenas una más.
El empezó a soñar toda la historia de amor, un cortejo, un enamoramiento, un casamiento, hijos, familia, miles de momentos felices… Se levantó decidido y se dirigió hacia ella:
"Muy pocas veces me pasa esto, generalmente suelo ser muy exigente, pero no puedo quitarte la mirada de encima, como te habrás dado cuenta. Quiero invitarte a tomar algo, y bueno, conocerte."
Ella lo miró como si él le ofreciese un volante y sin decir nada, pensó para sus adentros, “gracias, pero no”.
El no podía dejar de sentir inmensa atracción, hasta “enamoramiento” según él… Y ella aunque siempre sonreía, era plenamente indiferente. Le daba exactamente lo mismo si él la quería, la deseaba, o nada más le sonreía. Su presencia era apenas una más.
El empezó a soñar toda la historia de amor, un cortejo, un enamoramiento, un casamiento, hijos, familia, miles de momentos felices… Se levantó decidido y se dirigió hacia ella:
"Muy pocas veces me pasa esto, generalmente suelo ser muy exigente, pero no puedo quitarte la mirada de encima, como te habrás dado cuenta. Quiero invitarte a tomar algo, y bueno, conocerte."
Ella lo miró como si él le ofreciese un volante y sin decir nada, pensó para sus adentros, “gracias, pero no”.
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