De antaño..

Cosas de la infancia que extraño:

- Mirar el mundo desde los hombros de mi papá
- El Milkibar de arroz crocante y de cereal, y los Sheriff
- La sonrisa de mi bisabuelo
- Meter el dedo en la preparación del pastel de mi abue seguido de un “te va a doler la panza, golosa!”
- Los juegos de la bolsa – balsa
- El cine doble – función con hot dogs y coca
- Las papas fritas en el mc con la tía Paty

Olores que recuerdo:

- La humedad de la casa
- El olor a old spice de mi bisabuelo y a rexona de mi abuelo
- La navidad con olor a pino verdadero
- La farmacia cerca de la casa
- El olor de la pintura de dedos
- El canguil dulce
- El olor a raspadura de la cocina de mi abue
- El olor a cosmético de la cartera de mi ma cuando trabajaba
- El patio después de la lluvia y las hojas de cedrón

De curiosidades

Solo acá, donde incomprensiblemente un centímetro y un metro pueden llegar a ser lo mismo, y donde un transportador por espectacular que suene no es otra cosa que un graduador!

Si me preguntan o me dan a elegir, me quedo con el metro y el transportador :P

War

Ok, lets FACE it. It’s a declared war. I don’t believe in U and U don’t believe in me

LOVE, you don’t exist!!!

Ideologías

El comunismo nunca fue algo que me convenciera en su totalidad, no tiendo a pensar la vida en esos términos. No uso estampados del Che y su insignia me es algo indiferente. Pero jamás pensé que eso implicara “no ser perfecta”.

Digo, nada en mi se acerca a la perfección, no la busco. Pero me sorprendió mucho cuando cierto joven “comunista” (or so he said) me hizo el comentario de que “si fuese roja, sería la mujer perfecta”. No podía estar hablando en serio, de hecho lo hacía. Me faltaba ser roja y, fijarme en él… O dejar de verlo como “amigo”.

Tengo una ligera idea de cómo surgió su interés en mi, o lo que yo llamo, cómo malinterpretó mi simpatía hacia él. He just had a crush on me, and of course it felt nice and confusing. Inteligente, bonita, sensible, cariñosa… y mis abrazos tenían un efecto entre mágico y protector que los hacían de los mejores ever…

Era muy tierna y graciosa la manera en la que me describía y me miraba… las indirectas y directas que pronunciaba. Al menos quedamos a mano, yo era “casi” perfecta (desde su punto de vista) y él era bastante parecido a lo que pretendo escuchar y despertar en alguien sin saber que es un intento desesperado por arrojar frases hechas, elegidas al azar, que ocultan otros intereses.

Predecible

Verás, recuerdo perfectamente… sería alrededor de los 4 años, cuando salíamos al jardín y mirábamos las ranuritas donde se une el camino de cemento con el césped para descubrir una hilera de hormigas... A veces tardaban en aparecer y debíamos recurrir a colocar un poco de azúcar… Todo para que, una vez que hicieran su aparición, pudiésemos experimentar. Nada cuidadosos queríamos ver sus reacciones ante distintas pruebas.

Torpes deditos las atacaban, “y si la hago bolita?”, “si le tiro agua?”, “si la congelo?”, “si la enciendo con un fósforo?”, “si la pongo bajo la lupa?”. Sí, tortura infantil consciente. Sabíamos perfectamente que presenciábamos la muerte de los bichos… a veces rápida, otras más lenta. El resultado era siempre el mismo y no se nos movía un pelo, incluso con cierta fascinación y total frialdad indolente mirábamos el desenlace. Creo que con esta historia logro responder y transmitir el “cómo me siento”, estoy acá, indolente, mirando cómo esto muere… se entiende?