martes, 26 de agosto de 2008

Ese minuto de sinceridad


En el punto máximo de desesperación en el que tomamos la decisión de decirlo todo de una vez, confesar lo que sentimos, abrirnos y dejarnos llevar… Y nos sentimos listos y si tuviésemos al otro en frente, no dudaríamos, procederíamos tal y como lo pensamos o sin pensarlo demasiado porque ESE ES EL MOMENTO!

Pero como el otro no está, o hay que buscarlo, o provocar el momento preciso, pero las agujas del reloj siguen corriendo, el momento ha pasado… y volvemos a ser esos seres cobardes incapaces de ser honestos siquiera con nosotros mismos y admitir las cosas que nos pasan y sentimos.

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