Es lo que me pasa con todo… No sé si desde que llegaste a mi vida, o exactamente desde qué momento, que todo se fue maximizando. Cuando algo duele, cuando algo molesta, cuando me enfermo, cuando quiero, cuando amo, todo es jodidamente tan intenso… que es eso mismo lo que me hace en estos momentos en los que me ofusco, recordar tus palabras diciéndome “no dejes de respirar, amor”. Hasta que lo dijiste, no había caído en cuenta… que dejo de respirar como si pudiese, además de mi respiración, detener el tiempo, suavizar el momento… debe ser ese temor gigante a no lograr enfrentarlo. Por suerte, tus palabras me suenan “no dejes de respirar”.
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