Yo que no entiendo... que prometí que con el año nuevo, iba también a tener actitudes nuevas, para empezar, conmigo misma... Léase quererme un poco más y cuidarme un poco más, escoger mejor para luego no andar sufriendo como una idiota...
No sé si estoy en el proceso, o me da una pereza terrible el iniciarlo… Pero sigo tal vez cayendo en los mismos errores… Luego me quejo…
Es que, está ÉL, que cada vez que se digna mantener comunicación conmigo, me arranca verdaderas sonrisas, me alegro enormemente, tiene gestos conmigo que me hacen sentir parte de su vida, hasta me lo creo! Y yo que pienso en todo lo que le gusta, le gustaría, lo que puedo darle, lo que desinteresadamente haría por él, lo bien que estuvimos, lo increíblemente bien que podríamos estar! Lo que él ha aportado a mi vida, y no sé si lo sabe, no sé si tenga interés o ganas de saberlo... Las ciber persecuciones, las veces que me vuelvo a desencantar, o que hasta a golpes intento hacerme entender que ya no... Pero no sé con qué objetivo me ilusiona toda para luego volver a ignorarme... O me niego en ver que lo que lo mueve es su eterna calentura!
Luego está "el otro" aquel que es tan raro, tan impredecible... Aquel, que con dificultad logra mantener cierto tipo de comunicación con el resto de mortales, o simplemente ni se esfuerza en ello, pero que conmigo logra hacerlo... Porque lo entiendo, porque le muestro cierto interés, porque tenemos similar porcentaje de acidez en las "bromas mutuas", porque aunque a veces se nos pasa la mano, únicamente nos cagamos de risa y mentiría si digo que la paso mal a su lado! Porque a veces tiene gestos conmigo que no sé si no entiendo o no significan nada... Que cuando vuelve al cero absoluto, a esa frialdad tan característica de su ser casi incomprensible, me hace creer que todo son locuras de mi mente y que su único interés es mi amistad! Aquel, cuyo proceder en casi un 99% de las ocasiones ha logrado desconcertarme, casi desquiciarme... Pero prefiero reírme y fingir que no pasa nada!
Y yo que insisto en ser una tirana conmigo y seguir el juego sólo para ver hasta dónde llega o hasta dónde soporto el dolor...
Pero sigo en espera de "algún otro" un tercero, uno más normal o no tan "raro" que haga las veces de Mesías me salve, me saque de toda esta confusión, borre recuerdos dolorosos y quite vicios autodestructivos y no traiga más que buenos momentos... Ahora que, mientras sigo en esta espera, no anunciada, casi imperceptible; sigo coleccionando una serie de "este, otro, el de más allá" y una lista interminable de confusiones, que sinceramente no le he pedido a santa, a los reyes y mucho menos a la vida!
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