"Los hombres que abandonan lo hacen de pronto, como si tuvieran un anca de rana en la garganta durante años y de pronto es lanzada hacia fuera.
Las mujeres pueden ir diciéndote de a poco, con pequeños gestos, que el día que nos damos cuenta ya es tarde. Son gestos que requieren muchísima atención de nuestra parte y nunca sabemos si son válidos, si suman, si sólo sirven para revalidar nuestro Pasaporte de Obediencia y no mucho más.
Los hombres, en cambio, como decía, abandonan con los peores modales jamás conocidos. De la misma forma en que de pronto un arquero en un Fútbol 5 dice: “muchachos, hasta acá llegué”, y se va.Y lo dejan ir.Ese es el problema, no mucho más.En serio, chicas: venimos de ahí.De apenas ver que podríamos perder… nos retiramos. Es lo que decimos retirarse con honor. No es cierto. No hay ningún honor en la retirada. Es sólo algo que inventaron en las guerras para decir que no eran… cagones, sino tan sólo… estrategas."*
*Pettinato Roberto, Hombres que aman demasiado
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